Y llegó el gran día. Un nuevo reto a afronar. Los 110 kilómetros de la Talajara, una carrera que podríamos decir engañosa. Engañosa en el sentido que, ni es tan llana como parece en el perfil publicado, ni es así de larga, ya que mi GPS terminó marcando 120km, es decir, que un cuentakilómetros ha debido marcar algo más.
Allí me encontré con la grupeta de PEPEDAL (sus comentarios sobre la prueba están en su blog: Comentario Talajara 2009 por PEPEDAL), equipados hasta las orejas con sus walkie-talkies, y con una nueva incorporación, una pedazo GIANT que llevaba Puchi que asustaba. Vaya burra!!!
Empezamos la crónica. La salida se dio con puntualidad a las 10:00am, y como éramos tan poquitos y para poder encontrarnos nos pusimos al final, la salida la cruzamos a las 10:15, si si 15 minutos después.
Los primeros kilómetros fueron bastante abogiantes. Mucha gente, muy difícil el progresar, muchos enganchones, caídas, etc etc. Aunque también tiene su lado bueno. Los primeros 40 kilómetros son muy asequibles, se puede rodar rápido, todo el rato pica para abajo y el firme está en perfecto estado (en un 90%).
Tras el primer avituallamiento (Calera y Chozas) se toma la vía verde. Fijaos que yo he veraneado por esta zona toda la vida y nunca me dio por venir por aquí a montar en bici. En este tramo de la ruta llegaremos a la altura del pantano Azután. Las vistas... mejor os dejo las fotos.
En esta parte es recomendable llevar luces en la bicicleta, ya que uno de los túneles no tiene luz y es demasiado largo.
En este punto que encontré con otro amiguete (entre 5000 personas y nos encontramos, es la leche) Jose, el vecino de Senén. Me alegró ver que ya va saliendo poco a poco de su lesión; cómo le comprendo!!!
A continuación seguimos por firme en muy buen estado (prácticamente carretera) en el que se puede rodar rápido, pero sobre el kilómetro 30 (más o menos) comienzan las subidas. La primera, hasta Las Navas de Ricomalillo son sencillas. En las Navas recargamos de bebida isotónica, barritas energéticas y demás. Recargar bien las pilas porque los siguientes 10 kilómetros son duros, con un par de rampas (o tres) en las que seguramente pongas el pie en el suelo. Al final de este tramo ya nos encontramos en el punto más alto de la ruta (900 metros aproximadamente) y lo que nos queda no te creas que es cuesta abajo. Si es cierto que tiende para abajo, pero con un rompepiernas no despreciable.
La bajada por el pinar de la zona de La Picaza (creo), es rápida y sin muchas complicaciones y los siguientes 10 kilómetros son como las rectas de la A-4 por Toledo, larga largas largas.
El siguiente pueblo es Belvís, donde reponemos agua. Hasta aquí, lo que es increíble es lo bacheado que está el terreno. Yo iré con doble suspensión, pero aun así las manos casi no las sentía (un hormigueo...). Cierto es que creo que llevaba la suspensión delantera un pelín dura.
De Belvís a Alcaudete, tenemos la subida del Mono, también durilla, con una zona de piedras sueltas que con todo lo que llevamos en el cuerpo se hace duro.
En Alcaudete es donde se dieron las migas, pero vamos que mi cuerpo no estaba para migas y decidí seguir ya hasta el final. Ah, informar que estamos en el kilómetro 82 aproximadamente.
El resto del camino, sigue habiendo un par de rampas duras y un final con una bajada muy rápida y graciosa (entre los montes Maricantarillo y Saugo creo), ya que como no sientes las piernas piensas que se van a doblar y te la vas a meter buena.
Y finalmente, después de poco más de 6 horas, llegamos a la meta, con una emoción en el cuerpo increíble. Nunca en mi vida había rodado tantos kilómetros seguidos, y yo creía que mis rodillas no iban a recuperarse de las tendinitis rotulianas que tanta lata me han dado. Vamos que estaba como un niño pequeño cuando ve los regalos de navidad.
Aunque estoy exhausto y no puedo con mi alma, si se puede, estaré aquí el año que viene. Eso sí, que cambien el nombre de la ruta por Talajara 120.
Y por último, unas palabras sobre la organización. Hay gente que la está poniendo a parir, otros quitan un poco de leña al asunto,... es que realmente es muy difícil contentar a todo el mundo, y más cuando se trata de organizar una prueba de este tipo. Cierto es que la organización ha tenido lagunas, como por ejemplo el hacer la ruta más larga, el meter como dice la gente por un patatal al final de la carrera, el no asegurarse de tener toda la cantidad de agua y alimentos necesarios,... pero también se vieron cosas buenas. Todo depende de cómo te tomaras la carrera, de cómo la hubieses preparado y cuándo llegaras a los puntos de avituallamiento. Por ejemplo, me parece que estuvo muy bien organizado el tema de organización en cada desvío, y luego todas las bandas de plástico del camino. El tema de ambulancias y demás... pues no podría opinar.
Lo que sí es cierto y como he leído en algún comentario del foro, es que si uno sale normalmente sólo los fines de semana a hacerse 50 kilómetros, debería pensarse muy mucho el meterse más de 100 kilómetros. La carrera no era moco de pavo y personalmente, creo que había que tener un mínimo de preparación. En mi caso llevo preparándola un mes y medio para poder hacerla con un mínimo de disfrute, es decir, rodando agusto y terminando muy muy cansado pero no muerto.
Clasificaciones:
Estoy que no quepo en mí:
Dorsal: 2057 DAVID RODRIGUEZ VALLEJO
Posición: 224 de 1077 que terminaron la carrera (2.500 apuntados)
Tiempo desde el pistoletazo: 6:13:05
Tiempo empleado: 5:58:21 (y con atasco incluído)
Ahí os dejo el track y los perfiles por si os apetece hacerla un día.
