Un infierno precioso entre Galicia y Portugal by Javier Pereira

El pasado puente del padre mi gran amigo Rubén y yo cogimos las bicis, un par de bocadillos y empezamos a dar pedales, sin un rumbo fijo pero con la idea de escalar "nuestro" monte hasta Portugal. No sabíamos lo que nos esperaba...

Para "calentar" lo primero que nos econtramos es una subida de algo menos de 2km con una pendiente media cercana al 15%, con rampas bestiales de más del 20% y con el firme bastante estropeado por el agua. Este primer infierno, que nos avisa de lo que nos espera, termina en un camino que deberemos coger a la derecha. En ese punto la ruta nos da un pequeño respiro. Avanzamos recuperando las piernas hasta que en la siguiente bifurcación tiramos por la izquierda y vemos la siguiente rampa que nos espera, el sólo verla ya hace que te duelan las piernas, pero tranquilos es corta y una vez superada tendremos un "llano" donde recuperar el aliento:
En este punto hay un tubo en el lado izquierdo del camino donde podremos reponer agua y mentalizarnos para lo que vemos enfrente de nosotros... Nos esperan unos 2km con pendientes duras pero en general con el camino en buen estado pero con las piernas tan machacadas cualquier irregularidad hace que se te cruce la bici y tengas que echar el pie y entonces será muy dificil volver a arrancar.. a Rubén y a mi nos pasó mas o menos a la vez así que aprovechamos para sacar unas fotillos del paisaje cerca ya de coronar:


De aquí a la cima queda probablemente lo más duro, rampas impresionantes, el firme ya no es tan bueno, las piernas van por libre, los pulmones no dan a basto, la bici se levanta al pedalear, si te pones de pie patina...asique pecho al manillar y apretar los dientes hasta que un paso canadiense nos indica que se ha acabado el infierno, ahora ya sólo queda disfrutar... Seguimos por el camino hasta que pasado el marco 21 sale a la derecha una pista, algo abandonada y con hierba en medio, que nos mete en Portugal. En 500 metros cruzamos un yacimiento de agua donde reponemos agua y seguimos hasta que nos encontramos con un camino en muy buen estado, a la izquierda nos lleva al precioso pueblo de Castro Laboreiro, a la derecha a Portelinha. Cogemos a la derecha para acortar. Este tramo es precioso y las vistas nos agradecen el esfuerzo realizado:
Una vez lleguemos al pueblo de Protelinha se acabó la tierra y toda la vuelta tenemos que hacerla por asfalto... sí, es una caca ya lo sé, pero ya buscaremos algún camino para volver! para la próxima... Cogemos la carretera a la derecha y bajamos hasta que pasada una curva a izquierdas, al lado izquierdo de la carretera hay una fuente con el agua más rica que he bebido en mi vida! reponemos y seguimos bajando, siguiente cruce a la derecha, dirección Alcobaça y pasamos a España y seguimos bajando unos cuantos km hasta que lleguemos a Monterredondo. Ojo con el descenso! hay rectas con mucha pendiente en donde nos llegamos a poner a 80 km/h y a al final de las rectas siempre nos espera una horquilla con gravilla, en una de ellas Rubén tuvo que hacer uso del salto por orejas para evitar caer al barranco... Una vez en Monterredondo cogemos la carretera a la derecha y la seguimos hasta llegar al punto de partida. Entre medias tenemos un par de repechos que no deberían suponer problemas pero depende de como lleguemos de pierna..

En resumen, una ruta muy dura al principio porque subes muchos metros en poco tiempo pero muy bonita y divertida. La pega, la vuelta por carretera pero ya le tengo el ojo echado a un camino para volver, os mantendré informados.


El track:



El perfil, algo infernal